Rompiendo barreras: Deftones en Paraguay
Una palabra que define a este concierto mejor que cualquier otra palabra es: violento. Hardcore en inglés.
Metiéndonos en el denso terreno del público metalero, nos camuflayamos como se debía y pasamos bien desapercibidos entre toda esta multitud vestida de negro para presenciar la venida por primera vez al Paraguay de los Deftones. He aquí la crónica del suceso vivido desde el punto de vista de alguien que estuvo sin querer dentro del ojo de la revolución:
Y si, la hora paraguaya es un gran combustible de nervios para la gente que estuvo a tiempo para la hora que estaba impresa en las entradas (18:00 hs.) y era obvio que no iban a abrir los portones a esa hora, pero se hicieron esperar un muchito (20:30 hs.). Como sea, entramos y los nacionales cuasi pioneros de Dokma dieron clases de sinfonía a los que ingresaban al predio, con una boca nada saludable del cantante que puteaba entre tema y tema fue un enérgico recibimiento.
Seguidamente los Flou corrompen escena, sin dudas es la banda paraguaya que mejor cabe en la casilla de “Mejor grupo telonero de Deftones”, para ese entonces nos percatábamos que rebosaba la gente pero había un problema que quedaba muy feo para la visual de los que estaban en el escenario: rebosaban en todos los sectores menos en el sector que estaba más cerca del escenario que estaba a la mitad de su capacidad y hasta ahí iba llegar pero no por mucho tiempo… continuando, lo de Flou hizo que la gente empezara a movilizarse y a forzar la garganta de su público al son de éxitos ya consagrados en esta tierra como lo son Dejarse Llevar, A Tu Lado y Ansias entre otros.
A las 21:30 aproximadamente suben los Deftones y de ahí en más nos ponemos a merced de ellos y nadie más en nuestras vidas hasta que acaben con nosotros sudados y satisfechos sin ganas de pedir bis siquiera.
Entra corriendo el que se encargo de alegrarnos la noche, el frontman Chino Moreno y empezó el barullo con el tema que da título a su último disco, Diamond Eyes y sin descanso enganchando con el primer corte de dicho trabajo, Rocket Skates. Eso fue todo lo que pude anotar del set de ellos en mi teléfono, olvídense ahora de que me puse a contar cuantos temas tocaron como la vez pasada, el pogo agresivo fue decisivo para lo que se veía venir tres canciones después…
Estaba ubicado en primera fila del sector campo y les diré que a los que estaban en el escenario se les veía borrosos desde ahí, un absurdo por parte de la organización que agrando estúpidamente el sector vip enfureció a los “pobres y medio pobres” y con avalanchas de personas llegaron a romper las barandas que dividían a las clases durante la canción My Own Summer (Shove It), gracias a la violencia los Deftones vieron a su grupo quilombero bien de cerca como debía ser. Lo siento por la gente de seguridad que no pudo contener a nadie, eso enseñara a la gente que organizo el evento a no dividir de forma burguesa a la gente en un recital con tintes sonoros que incitan a la violencia.
Ya en un lugar más privilegiado 
quitamos las fotos que pueden apreciar en este post, disfrutando de lo que hacían estos tipos ahí arriba con una polenta increíble y el volumen al tope, tanto que al sostener mi cámara parecía que se iba desintegrar por causa de la vibración sonora destructora que emanaban con brutalidades sacadas de el fundamental álbum White Pony como Knife Party, Change (In The House of Flies) y Pink Maggit.
Solo hubo cabida para dos momentos tranquilizadores que fueron con Passenger y la tan esperada Minerva que nosotros los que presenciamos semejante fuerza de la naturaleza llamada Deftones en vivo no nos quedaba otra que dedicárseles a ellos esa misma canción: “God bless you all, for the song you sang us!”.
Vidal D.
Sobre el autor
Vidal D. Anti fair play. Dona textos en Rock en Paraguay, The Ventan y en la revista La Factory. Seguile en Twitter, está como @vidaldel92, de vez en cuando suele decir cosas súper interesantes que te van a cambiar la vida.
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