Black Eyed Peas en Paraguay: lo más cercano al futuro
“Qué show”. Frase muy utilizada principalmente por gays o mujeres medio trolitas para referirse a cualquier eventualidad que se les presenta en la vida cotidiana. Que los Black Eyed Peas vengan a presentarse un martes de noche por Asunción, eso sí que valida la expresión antes dicha.
En una noche más de este ya histórico año de visitas internacionales en Paraguay, los Black Eyed Peas también querían dejar su huella en la memoria de miles (55.000 según datos de la productora que los trajo) de personas que vinieron a verlos. Una convocatoria masiva que se debió a que están pasando por un momento muy prolífico en el que todo lo que hacen pega en todo el globo terráqueo.
A eso de las 20 hs. por ahí se suben los Diva al escenario a hacer tiempo, estoy seguro que eran mejores que la otra opción que se estaba barajando para ser teloneros de los BEP. Calcularon bien los tiempos para terminar justo cuando iba empezar el partido de Paraguay contra Chile, ese es otro tema. El Chiqui Arce no nos iba cagar la noche.
A las 23 hs. respetando la hora paraguaya, entrando dos horas después de lo pautado, suben Fergie más estos tres feítos talentosos a reventar los organismos de su indefenso público, que no podía combatir ante tanto arsenal: lásers, luces, una gigantesca pantalla súper-HD y bailarines flasheros del futuro. Así es la estética de este grupo tanto en lo visual como en lo musical actualmente, una nave espacial lo que falto.
Rock That Body fue el tema inaugural de esta avalancha de hits que es Black Eyed Peas, que en los primeros cinco temas no pararon, no era casualidad que la quinta canción del repertorio fue el éxito del momento, Don’t Stop the Party, que fue imbatible ante el pogo unísono.
Lo que me gusto es que no todo de ellos fue esa faceta electrodance que vienen vendiendo en estos días, se acordaron de su primera época. La primera época de estos muchachos ya fue antes de que hayan dado el salto con Where is the Love?, antes de que se les una Fergie incluso, recordaron esos tiempos callejeros con Joints & Jams.
Cada uno de los cuatro tuvo su momento para el lucimiento de sus habilidades. Primero las damas, Fergie, que con ambientación y vestido rosa bajo unos cambios y emociono a las minitas con Big Girls Don’t Cry, tema extraído de su álbum solista, The Dutchess.
Luego de eso se vino el turno del cerebro de esta banda, con una porquería brillante y a la vez cool en su cabeza, Will.I.Am sobre una plataforma elevadora que incluía el kit DJ futurista: una consola, notebook y voz ligeramente robotizada dividió el recital en dos con un set brutal (Adele, Blur, Red Hot, entre otros) de media hora aproximada de duración. Demasiada onda ya le puso el man, véalo:
Incluyeron en el paquete la tarantinesca Pump It, Boom Boom Pow, el gastado bastante celebrado The Time (Dirty Bit) y el final cantadísimo y colorido con I Gotta Feeling, el hit que los llevó a un nivel mucho más alto aún del que estaban.
En todo momento del espectáculo, ellos mencionaron que eran como una familia muy unida y numerosa, lo demostraron haciendo bailar a los productores del montaje, presentaron a sus músicos de apoyo, lo que tienen de poco valorados lo tenían de virtuosos, en especial el baterista, un maestro. Por ser Taboo el miembro de BEP con sangre latina, fue quien sirvió para tirar palabras de buena vibra en español a cada tanto. Apl.de.Ap creo que dio a entender que era el representante de loperro’(sector campo) al gritar en su momentum “Mba’eichapa Paraguay?!” y así nadie se sintió marginado y pudieron disfrutar de un magnífico espectáculo, fin.
¡Ah! fue el recital más ruidoso al que pude asistir durante todo este año, podía sentir como literalmente se me caía la cera del oído con cada beat.
Fotos: paraguay.com y zoom.ultimahora.com
Vidal D.
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