American Horror Story: la clase de terror que ya nos hacía falta
Hace poco tiempo empezó a emitirse en un canal de cable una serie que aparentemente seria una más del montón, atribuyéndole tal vez la tramita común de historias vampíricas, licantrópicas, mágicas, etc. Pero a partir del primer segundo (de la intro) nos damos cuenta de que American Horror Story es una serie que llegó para marcar una diferencia en el círculo aburrido de tediosas series “de terror”.
Aunque el núcleo de la historia (casas embrujadas y fantasmas) tal vez nos parezca tedioso, a causa de ciertas películas con esta misma trama que no merecen ni ser recordadas, la serie en si posee una manera más que extraordinaria de contar las cosas, mezclando terror, horror sangriento, sexo, pasados oscuros y juegos mentales.
La serie básicamente cuenta la historia de la familia Harmon qu
e tras unos problemas (infidelidad del padre y el problema de la madre de dar a luz a un bebé muerto) deciden mudarse a una casa que aparentemente les traerá tranquilidad. Ahí empieza la travesía a través del pasado, un limbo entre la vida y la muerte. Luchando contra sus propios fantasmas y luchando también por supuesto con los fantasmas de la casa, tan tangibles que el verdadero desafío es descubrir quién es real y quien no en la historia.
Con personajes memorablemente estrafalarios (van desde jóvenes psicópatas con delirios filosóficos hasta ancianas que se vuelven jóvenes ante los ojos lujuriosos de los hombres) esta serie se consagra como una de las mejores del año.
Tate : psicópata, asesino, filósofo por excelencia, es mucho más que un simple paciente en la casa.
El misterio se acentúa con cada capítulo, el pasado es más real que el presente, y cada episodio es un rompecabezas.
Esta serie no es para todos, es algo difícil de digerir, pero es una de las mejores del género en muchísimo tiempo.
Créanme. Es mucho más que una simple serie de fantasmas.
Les dejo con la escalofriante intro de la serie:
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