PJ20: Pearl Jam demostrando su grandeza
Asincerémonos. Este pedazo de rockumental jamás iba estar tan bueno como está y no iba tener la cantidad de material invaluable de esta banda si su realizador no hubiera sido desde un principio un amigo íntimo de ellos. Sin conocerlo al director Cameron Crowe, se nota que lo es.
Agradeciendo con antelación por ello, tenemos así a PJ20, un documental que nos muestra a Pearl Jam, una bandaza de rock sin caretas y sin demasiadas pretensiones, que el año pasado cumplió 20 años de formación y lo celebraron con este material que ya hacía falta para rememorar con mayor precisión desde el punto de vista de sus mayores pilares, esa época y lugar sagrado donde germinó el grunge, un término que jamás usaron ellos para referirse a su música, por cierto.
Cameron más como una afición que un oficio, tuvo el tiempo libre suficiente en su juventud para filmaaaaaaaaaar todo el proceso de fecundación de Pearl Jam, que empezó como Mother Love Bone, que tenía de líder a Andy Wood, un tipo visionario, muy colgado, talentoso, rebelde y carismático. Cuenta la leyenda que toda la escena grunge surge con este hombre loco que no duró mucho ya que fue víctima de una de las causas de muerte más comunes en el rock’n’roll: la sobredosis.
La muerte de Andy afectó de sobremanera a todo su entorno, según palabras de Chris Cornell, cantante de Soundgarden y últimamente de Audioslave, “verlo postrado a Andy en la cama del hospital fue la escena que marcó a este estilo, no fue Kurt volándose la cabeza con un revólver”.
Se cuenta además el fugaz Temple of the Dog, grupo tributo al finado Andrew Wood, ya que sin él no estarían donde están en la actualidad y lo sabían. Se armó con los miembros que luego formarían Pearl Jam y el propio Cornell que se convertirá en el mentor de Vedder y le hará ver el mundo con una actitud más abierta. Al margen de todo eso, no vendría nada mal a los oídos de nadie, un disco nuevo de esta yunta, cualquiera que haya escuchado como sonaban, iba quedarse con ganas de más.
Aquí tocando ‘Reach Down’ en vivo en el concierto/lanzamiento de este documental, uno de los mejores temas de ese disco tributo sacado allá por el 91′:
Esa agrupación que había perdido la voz y el cerebro estaba con ansias de tener una nueva imagen lo antes posible para salir a batallar contra el mundo y así no quedar en un luto eterno. Es ahí cuando cuando entra de la nada en escena Eddie Vedder, un pendejo pelilargo, algo perdido, que traía consigo un demo crucial de presentación con temas cantados por él, que hace llegar a los demás chicos. Llega en el momento justo, inmediatamente empiezan a zapar en un sótano, surge una química increíble y el resto ya es historia… que vale la pena ver… resumida en dos horas.
Cuando me refería anteriormente a “material invaluable”, me refería a material inédito. Es que sorprende ver filmaciones de por ejemplo, la segunda presentación que hicieron como Pearl Jam en la que se nota a un Eddie tímido e introspectivo entonando un ‘Alive’ de forma calcada a la versión que más adelante grabarían para Ten. También podemos apreciar un conciertito dado en un bar de Zurich donde el escenario era tan chico que apenas cabía la batería.
A simple vista se podía observar cómo iba subiendo el frenesí de sus conciertos en materia de show cuanto más tocaban. Se volvían más locos, había cada vez más soltura, saltos y sudor. El punto cumbre de éxtasis de la banda en vivo se veía reflejada en la costumbre que tenía Eddie de trepar hasta lo más alto de las esctructuras de sus escenarios y tirarse a la deriva del mar de público que acudía en masa a verlos tocar.
Pearl Jam es de esas bandas que ya vivieron de todo un poco, y si, 20 años es toda una vida. Desde lidiar con el éxito prematuro no deseado, aguantar a la fucking MTV y la prensa en general, que creaban para ellos un circo de situaciones incómodas, que venían en un combo que incluía: supuestas rivalidades a muerte con Nirvana, tapas de revistas, estar sonando en todas las radios y alcanzar la cima de los más vendidos. Y claro, premios…
“No sé que significa esto. No creo que signifique nada”
-Eddie Vedder recibiendo un Grammy en 1996.
Más en lo cierto no pudo haber estado David Hume que no se dejaba engañar por cualquier verdura que no haya pasado por sus sentidos antes, a él le hubiese encantado Pearl Jam, ya que es una banda fabricada para esa clase de escépticos, respaldando sus 20 años de trayectoria con 10 álbumes y una de las pocas bandas de la actualidad con un vasto repertorio para hacer setlists distintos en cada show. Más hechos que palabras.
Lo que tiene PJ20 es el encanto de poner a sus protagonistas en un estado de exhibición constante, un reality real (valga la redundancia) que no trata de vendernos absolutamente nada y es en eso que sale victorioso, quedándose el espectador cara a cara con el grupo genuino, así como es. Ese que se quejó contra Ticketmaster por la absurda inflación de los precios de entradas a sus conciertos; ese mismo que odia estar a la moda y toca para la MTV solo para burlarse y maldecir contra ellos.
En fin, podría seguir con muchos motivos más por los cuales tenes que ver este rockumental, pero ya no, sé que no tengo un fuerte poder de convencimiento. Japiro, si no ves sos puto y si ya sos puto vas a ser uno feo.
Comentarios