007 Operation Skyfall: menos valé, más picho

Como pasa rápido el tiempo che, esta ya es la tercera vez que se pone en los pantalones del agente más famoso de la historia. En las primeras dos ocasiones tuvo resultados algo dispares, en la tercera fue su vencida, y de la mano de Sam Mendes dieron la vuelta. Supieron abordar la personalidad clásica de Bond, el putañero y fiestero de siempre, y las consecuencias que aquella vida acarrea, dándonos así un 007 más realista, por lo tanto, con menos puntería que antes.

La secuencia de apertura merece un párrafo aparte, es hipnótica y se te queda grabada en el inconsciente, la voz de Adele acrecienta la intensidad de esos minutos. Siempre dije que puede haber sido una mala película de James Bond pero la intro siempre es rescatable. Una maravilla audiovisual aquella pieza.

Aquí en Skyfall notamos otras tristes realidades como lo anticuada que es la figura de un espía en estos tiempos donde los villanos son cada vez más densos, ese mensaje lo vemos encarnado en el papel de la líder del Servicio Secreto de Inteligencia, la vieja M (Judi Dench); y en la frase que le dice Q (Ben Whishaw) a James al momento de entregarle su característica pistola: “¿Qué esperabas? ¿Un bolígrafo explosivo?”.

Vas a odiar al villano de esta entrega, interpretado por Javier Bardem. A este tipo por una particular razón (SU CARA DE PSICÓPATA), le calzan muy bien los papeles de enemigos bien retorcidos con peinados ridículamente vairos (tan solo vea No Country for Old Men), aquí hace de un ex agente del Servicio Secreto que se vuelve malo por motivos que el spoiler no me permite contar. Que puedo, puedo, les voy a decir si qué, bue, mejor no. Lo que sí les puedo adelantar es que mete en graves apuros a todo el Servicio Secreto porque había sido no era tan secreto después de todo.

Otra apartado que se lo tiene merecido por estar fuertísima es Bérénice Marlohe, la que nos vendieron como “la chica Bond”, aparece poco pero suficiente dentro de la cinta, hay que admitir el buen gusto que lo caracterizo desde siempre al agente secreto. Aunque ese mote de chica de Bond que le dieron a Bérénice a mi parecer era más adecuado para la actriz Naomie Harris que tiene un rol más notorio. Tampoco vamos a acuchillarnos por eso, solo decía.

Para ir redondeando el asunto, estamos ante la película de Bond que se le nota sus intenciones por ser distinta a los demás, arrancando por los personajes secundarios algo complejos, en las anteriores eran simples rellenos; trata de salir de los propios clichés de las cintas anteriores, como lo son los gadgets, el sex appeal del agente, las locaciones de lujo y el infaltable Aston Martin. Presentes todos, pero en un contexto más actualizado y no tan bolaterapéutico.

Algo que por suerte no es realista pero ni cerca son las secuencias de persecución y explosiones durante todo el metraje. Después de todo, es una maldita película de James Bond, si queres drama bajate María la del Barrio. Igual por más humanos y oscuros que hayan pintado a los personajes en Skyfall, al finalizar la película solo te deja con esa sensación que te transmitieron todas las películas de la franquicia en estos 50 años: sos lo más Bond, James Bond.