Iron Man 3: Tony, la definiste de taquito
Ya vimos The Avengers, posiblemente fue la película de súper héroes más esperada por todos y nos rellenó la zanja de expectativas que teníamos, al menos a mí y a la mayoría de los terrícolas. Luego de haberla visto como que surgió un vacío existencial, ¿para qué seguir viviendo? ¿después de esto qué más puedo esperar? ¿chorizo o butifarra?
La idea era seguir viviendo para poder disfrutar más películas de esa calidad. Y vaya que me salió bien la jugada, no tuve que esperar otros chorrocientos años para ver una película basada en un comic que me saque el sombrero que nunca uso porque en este país no hace falta usar uno a menos que quieras demostrar a los demás que sos un estanciero o carpero.
Tony Stark puede solito contra el mundo, ya lo demostró en la genial primera película y también en la no tan genial secuela. Nada más quería hacérnoslo saber por última vez de la forma más explosiva y entretenida de todas. El maldito lo consiguió y por eso es que desde hace rato queremos ser como él.
Robert Downey Jr. ya recibió los halagos suficientes en su vida como para elevar el autoestima de hasta su quinta generación aproximadamente. Quiero aclarar nomás que el personaje con mayor carisma y egocentrismo del universo Marvel no hubiese sido lo mismo sin él, no quiero luego ni imaginarme a un Matt Damon o Nicolas Cage tratando de ser buena onda. Para este papel uno necesariamente tenía que ser cool de entrada y Robert lo era.
Les resumo la trama: luego del encarnizado moquete que libraron los Avengers contra unos alienígenas en New York, Tony quedó con secuelas post traumáticas por lo que trata de no pensar en dichos sucesos, distrayéndose fabricando y perfeccionando sus armaduras. Mientras, allá afuera se agranda una amenaza que el mismo forjó en el pasado, por lo que será él mismo quien deberá enmendar tal cagada.
Algo que noté sin que nadie me diga es que cambiaron al director de las dos anteriores cintas (Jon Favreau) y lo noté por un detalle un tanto estúpido: no sonó ninguna vez AC/DC. El man metió “Back in Black” al inicio de la primera, en la segunda puso varios temas y hasta sacó un soundtrack paralelo con sólo canciones del grupo de Angus Young y compañía. Se fue un poquito al carajo ahí por lo que (bueno, no creo que haya sido por eso) le dieron la silla de director a otro para esta tercera, Shane “te banco de entrada porque escribiste Arma Mortal” Black.
La acción no es incesante, está en la medida justa, se desborda un poco sobre el final porque era necesario mandar todo al carajo para darle un cierre digno a este asunto. Y hablando del final (sigan leyendo, el spoiler lo tengo guardado otro lado), sorprende un poco la que salva las papas y aún más sorprendente es descubrir a la mitad de la película que uno de los personajes en realidad no era quién resultaba ser. Ahí se ganaron 100.000 puntos porque no me esperaba eso para nada.
Pese a toda la acción y el humor emanado por Tony durante toda la cinta, también hubo espacio para criticar a la careteada política estadounidense en su forma de mediar conflictos… complicados. El monólogo de Killian (Guy Pearce) en el tramo final, ese en el que habla de “Darle un rostro al enemigo” da como para reflexionar che.
Tu deber es ver esta maravilla pochoclera, ya te tocará decidir si vas al cine a pagar el chocante nuevo precio por tu entrada o esperas bien al DVD… o DVDrip. Lo único que importa acá es que Tony es lo más (en esa escena del avión te la deja clarita) y si todavía no llegaste a esa conclusión, creo que tenés unos problemillas cerebrales.
Sobre el autor
Vidal D. Anti fair play. Dona textos en Rock en Paraguay, The Ventan y en la revista La Factory. Seguile en Twitter, está como @vidaldel92, de vez en cuando suele decir cosas súper interesantes que te van a cambiar la vida.
Articulos relacionados
Guía para saber sobre comics (o aparentar por lo menos) →
Películas suecadas →
The Procervengers →
Comentarios