La vieja de la cuadra
De seguro cuando eras chico habrás jugado fútbol con tus amigos. Tal vez en el patio de alguna de sus casas, en la canchita del barrio o en la calle poniendo dos pedazos de lo que sea a modo de arco. Por anda sabe cual ley de atracción física, química o sobrenatural, en una de esas en un cañonazo, una trancada, una pifiada, etc., tu pelota fue a parar a una casa ajena. Y no a cualquier casa, fue a la de la vieja de la cuadra.
Sobre esta señora se plantean distintos rumores, que es una vieja bruja que fue confinada al barrio por practicar la magia negra en otro país, que roba niños para matarlos y hacer caldos raros con sus cuerpos o que es sólo una vieja solterona que por amargada se quedo sin marido y que le hace falta un buen ligue. En fin, un montón de especulaciones que la vuelven absolutamente tenebrosa.
Tu pelota por enésima vez le rompió el vidrio y vos y tus amigos salieron corriendo cada uno para sus casas. Al cabo de unas horas alguien llama a tu puerta, es la susodicha señora la cual trae en sus manos la pelota desinflada, reventada a raíz de los cortes con el vidrio, y luego de mandarte una puteada mezclada con hechizo maligno a través de tu mamá te deja el cadáver de lo que alguna vez fue tu balón de fútbol.
Por lo general, las veces anteriores o no te devolvió la pelota o te la devolvió pinchada (cosa que ella misma hizo). Su casa parece un fuerte, está herméticamente cerrada y poco se sabe de su vida, lo único que se sabe es que vive sola. Ya tuvo problemas con absolutamente todos los vecinos del barrio por cualquier cosa, desde autos aparentemente mal estacionados en la vereda, hasta ramas de árboles de las casas vecinas que según ella pasan a su patio pero en realidad no, solo lo hace para fastidiar a sus vecinos.
Si haces un asado o alguna actividad en tu patio, fija que viene 17.526 veces a quejarse y hasta es capaz de llamar al 911 a decir que están causando disturbio en el barrio y no le dejan dormir. Si o si tenés o tuviste una de estas en tu barrio, por lo general se terminan mudando o muriendo y luego de que esto pase, su casa queda abandonada y empieza la leyenda urbana de que su espíritu aún permanece allí.
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