No Se Aceptan Devoluciones: un refrito infalible
Calificación final:
3
Cuando vez en la cartelera que un tal Eugenio Derbez actúa, dirige, produce y guiona una película, te pica el bicho de la curiosidad para ver qué es lo que hizo este loco.
La curiosidad aumenta al saber que el filme fue éxito de taquilla tanto en México como en Estados Unidos y va camino a ser la película hispana con más recaudación de la historia.
Pero todo se debe a que este prodigio del humor azteca usó un recurso sumamente gastado pero efectivo para lograr su cometido. La comedia melodramática patentada por Adam Sandler desde hace años. Esto sumado a una monstruosa campaña publicitaria previa al estreno. Con planos y contraplanos típicos de la novela mexicana y por supuesto, argumentos angustiosos made in Televisa. Hay una notable división en 2 partes, la primera marcada por la comedia y la segunda por el drama.
La sinopsis, el hombre mujeriego y libertino que de la noche a la mañana se convierte en padre y no sabe cómo lidiar con esa responsabilidad pero con el tiempo va aprendiendo y encariñándose con la criatura. De la nada, la malvada madre vuelve para llevársela y él lucha por la tenencia de su hija con un final triste pero moralista. Una versión latina de alguna película del antes mencionado. Teniendo en cuenta la participación de Eugenio en Jack y Jill con Sandler y en la serie Rob de Rob Schneider, resulta más que obvia la influencia de los dos en la realización de la película.
Ya dije que en lo que respecta al drama, las acciones son bastante telenovelescas y cómo no, si el hombre orquesta es producto de Televisa. En lo que respecta a la comedia, lo que mejor sabe hacer Derbez, hay buenas situaciones y se intenta introducir chistes y remates característicos de los programas de televisión de Derbez, pero en este caso parecen muy forzados y quedan descolocados con la trama. Incluso en un momento especifico cerca del final queda la confusión de que si la acción es triste o es cómica.
Un tanto predecible, pero con un buen giro final aunque exageradamente lacrimoso. Cumple su objetivo, te hace llorar. Un punto destacable es la actuación de la joven Loreto Peralta en el papel de Magui la hija en litigio, quien a pesar de su corta edad demostró personalidad y dominio del personaje como una experimentada, hasta llegó a eclipsar la actuación del propio Derbez en varias ocasiones.
Para resumir, es una de esas películas que tu novia va querer ver un domingo por la tarde, vos te vas a tener que tragar eso y ella va terminar llorando por el final tristón. Un refrito infalible.
Sobre el autor
Luis Rios ¿Se acuerdan del chismoso ese que murió? Ese no soy. Escribo lo que pienso, si no te gusta no lo leas, el único que puede censurarme es Vidal. Seguíme en @nosoyunvampire
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