Random Billetera con tomates

Publicado el 20/01/2014 | por Luis Rios

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El novio sogueton

Dentro de la amplia variedad de aparatos que las mujeres tienen para elegir como chongos, Existe una carismática y económica categoría conocida como los novios sin dinero o soguetones. Estos audaces varones cubren hábilmente su falta de capital a la hora de las salidas con una caradurez e hidalguía única que es digna de admiración.

Entre las distintas pruebas que estos pobres hombres sortean, se encuentran distintos pasos: el primero es el cortejo 2.0. Por lo general, el primer paso normal es wasapear con una chica. En el caso del sogueton, no tiene Whatsapp, entonces debe enviarle mensajes de texto bajo la excusa de que le robaron el teléfono. Como nunca tiene saldo, arma la bola de que la compañía telefónica le está haciendo quilombo, así que envía los sms por cobrar.

Como esta vía pocas veces va a resultar efectiva, su alternativa más barata es el inbox de Facebook. Existen casos extremos en que no tiene acceso a internet en su casa (ni siquiera una computadora) y debe recurrir a la notebook de su socio a cada tanto, por lo que le impone los horarios a su conquista para chatear. También son de apurar los feedbacks y se ponen histéricos con los “vistos” porque no disponen de mucho tiempo para usar la computadora ajena.

El siguiente paso, la primera salida. Luego de batallar, nuestro amigo consiguió su primer objetivo: salir con la chica de sus sueños. Con el cuento de que su BMW X5PZ10SO16 está en el taller, pasa a buscar a la afectada a pie para luego abordar el colectivo, cada uno paga su pasaje ni mas faltaba. En el camino como es todo un caballero, compra de 3 a 5 estampitas de las que venden los niños que se suben, a cada uno le da 500 guaranies en monedas de a 100 y de 50.

Al llegar al lugar de la cita, (suele ser el patio de comidas de un shopping) nuestro estimado amigo tiene dos formas de actuar; la primera, se come lo mínimo posible para que su levante pueda comer bien. La segunda, se adelanta al levante a pedir por ella y le pide lo más barato para que el pueda comer como dinosaurio. En ambas situaciones, el sogueton pide partir la cuenta a la mitad y no acepta un no por respuesta. En algunos casos se mete el papo del robo de billetera para que ella pague todo.

Al salir, nuevamente se recurre al transporte público para dejar a la chica a su casa y de ahí caminando hasta la propia. Al llegar a su casa hace un recuento del presupuesto que no superó los 20 mil guaranies. Entonces es una cita buena para nuestro amigo sogueto, que va volver a repetir la fórmula una y otra vez en sus próximos proyectos.

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Sobre el autor

¿Se acuerdan del chismoso ese que murió? Ese no soy. Escribo lo que pienso, si no te gusta no lo leas, el único que puede censurarme es Vidal. Seguíme en @nosoyunvampire



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