Random Dame tiempo

Publicado el 03/04/2013 | por Vidal D.

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“Dame un tiempo”

Nunca se escuchan o leen estas palabras seriamente de la boca o celular de un hombre. No pasa en la vida real, ni en las películas, ni tampoco hay antecedentes de que vaya a ocurrir en los próximos 1547 años. El que me retruque esta sentencia con ejemplos fácticos, yo le doy la llave de este boliche y le invito a cerrarlo o convertirlo en un cabaret de putas online.

Esta frase es esa carta comodín que sólo ellas tienen y la quitan de sus mangas cuando les sea conveniente. No importa que llores como Will Smith en The Pursuit of Happyness, cuando te dicen esas palabras, papi, no hay mariachis que ablanden el corazón de la mina (los mariachis ya no pegan más, ¿verdad? Sabía que la cagué en esa).

Te digo más, el “dame un tiempo” es como que le hayan contagiado de VIH a tu relación, van a vivir tranquilos por un tiempo pero su muerte es inevitable. No hay chiste que remate este párrafo.

Kuimba’e Aty debería promover ya nomás la campaña “Anti-tiempo” y que den refugio a los hombres que estén pasando o hayan pasado por este momento. Tómese el tiempo de pensar por unos instantes lo que pasa si soltamos a uno de estos hombres en las calles, o peor aún, en las redes sociales.

Se van a poner a pregonar la palabra de Arjona como ley superior, si la situación se torna un giro sin retorno, pueden llegar a darle la razón a Chris Martin cada vez que suene Coldplay en la radio. Sabemos que el daño cerebral es irreparable, así que evitémonos ese paso innecesario de la vida. Acabemos con la mentira del “dame un tiempo” de una buena vez.

Según el censo nacional del año pasado -en ese apartado que estaba en letra chiquitita y por eso no vio seguramente- el 90% de las que piden un tiempo es porque ya tienen a otro en planes, triste pero ni tanto, la kuña ndaha’ei humano kp.

Aunque tampoco para generalizar, porque hay cada caso raro que anda rondando por ahí y rebuscándonos un poco, capaz nos encontremos con una que le pidió tiempo a uno porque no le andaba lamiendo más el dedo gordo del pie puntualmente a las 5 de la tarde como lo hacía el antes de conseguir laburo.

Existen casos excepcionales a la regla así que seamos justos y supongamos que de entre los 7000 millones que somos, exista un par de parejas en las que el novio fue el que pidió el tiempo. Que no les quepa ni un poco de dudas que en el 100% de estos casos es porque el amor ciego ya perdió efecto, los pobres simplemente se percataron de la nada que andaban con una bestia incomible. Imaginate dormir con una persona y al despertarte pillas que era Lilian Samaniego en tanga (no me hago responsable si estaban comiendo algo y se hicieron la imagen mental).

Al final de cuentas uno busca su conveniencia en esta jungla, la problemática radica en que no somos tan animales nomás. Mejor cortar las cosas de raíz y no andar con tantas vueltas en esto del amor. Así como en el ambiente laboral, en tu nueva relación te van a pedir referencia de con quienes estuviste antes y lo ideal sería que hablen bien de vos.

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Sobre el autor

Anti fair play. Dona textos en Rock en Paraguay, The Ventan y en la revista La Factory. Seguile en Twitter, está como @vidaldel92, de vez en cuando suele decir cosas súper interesantes que te van a cambiar la vida.



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