Wrong: lo que hacemos por un perro
Cuando empieza la película, veo que un bombero se sienta en el medio de la nada, se baja el pantalón y empieza a leer un diario como si estuviera garcando en un baño. De ahí ya divisaba lo que estaba a punto de presenciar y en la siguiente escena veo como el primer plano de un reloj que marca las 7:59 e inmediatamente pasa a ser las 7:60. Ya está, cualquier cosa puede pasar. Me acomodo.
Dirigida por el francés Quentin Dupieux (que la mueve como DJ bajo el seudónimo de Mr. Oizo, tema aparte), está producción franco-estadounidense de título Wrong, nos presenta una historia tan sencilla con matices raros: a un man se le perdió el perro y el va en su búsqueda. El que no vio o leyó hablar del tipo de cine que hace Dupieux, puede llegar a sorprenderle bastante todo, absolutamente todo lo que ocurre aquí (no en vano su película sobre una llanta asesina está en lo más alto de un conteo que hice hace un tiempo).
Para hacerle una idea, el personaje principal fue despedido de su laburo hace como 3 meses pero el igual seguía yendo a la oficina como si nada hubiera pasado, en dicha oficina pasa un detalle no menor… llueve por dentro, y no estoy hablando de forma literal, en serio, todos están sumamente empapados allí. Brillante simbolismo para decir que el trabajo de oficina es una porquería. Tal vez esa no haya sido el mensaje que quisieron transmitir, pero bueno, cada uno lo interpretará a su manera.
Porque si, no es solo una cinta de hora y media de puros sinsentidos. Esperaba una bosta clásica del cine clase B pero me topé con algo más profundo. Con sólo ver su trailer ya me había mentalizado en escribir algo sobre ella, pero jamás hubiera pensado que la iba a elogiar sin ningún tipo de ironía.
Es que es una película absurda que se burla de lo absurdo con giros argumentales que llaman mucho la atención y diálogos totalmente impensados de personajes por demás pintorescos, como una repartidora de pizzas ninfómana, un pelado chanta que escribe libros sobre telepatía para perros, y así, un porrazo en formato película.
La cinta no es más que una excusa para reflexionar sobre el auténtico amor hacia ciertos individuos, en este caso, un perro. Uno de los personajes tira la posta sobre este asunto en una comparación que duele por ser tan precisa:
“Amas a una campera hasta que la compras, la usas todos los días y te acostumbras a ella. Un poco de ese amor desaparece hasta que alguien te la quita y ahí como que ese amor vuelve, recordas cuanto la quisiste”
Pero si debo de elegir una escena memorable en Wrong, me quedo con esa cuando el detective encargado de investigar la desaparición del perro, le muestra a su dueño, el video del recorrido de una caca del animal desde sus intestinos hasta que lo expulsa y posteriormente capta el momento preciso del rapto. No se veía una escena tan absurdamente genial desde… digamos, el baile final de Napoleon Dynamite.
Sobre el autor
Vidal D. Anti fair play. Dona textos en Rock en Paraguay, The Ventan y en la revista La Factory. Seguile en Twitter, está como @vidaldel92, de vez en cuando suele decir cosas súper interesantes que te van a cambiar la vida.
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