Revolber – Amoto Lado B: no parece de acá pero suena tan de acá
Los cimientos del rock nacional actual están renovando su arsenal para marcar la diferencia entre tanto grupo nuevo dando vuelta.
Revolber una vez más lo volvió a hacer, un disco fantástico que funciona como un todo conceptual, la secuela de Sacoleiro Mágico tiene en la tapa al que posiblemente sea el “Astronauta Casero” que aquí continúa su exploración por el espacio interior, un viaje aún más experimental y copado.
Admito que sentí como una mala señal leer que el primer track del disco era en colaboración de alguien que pusieron de nombre “El Churero”, pensé que se trataba de Churero.com y que mis ídolos se caían de una, pero no, en efecto era sólo un megáfono de carrito churero que anunciaba el inicio de algo que nunca antes habíamos escuchado de la banda comandada por Patrick.
El arranque oficial se da con “Para tu Manejo – Parte 1”, única canción que sigue ese lado crudo y potente que demostró desde un principio esta agrupación, con lírica afilada que tira indirectas (y otras directas incluso) a varios personajes de nuestra fauna local. La línea crítica en las letras prosigue en la segunda parte del tema aunque con las aguas sonoras más calmas, haciéndole un guiño al trip hop.
Lo siguiente es “Una Conjunción de Imágenes Muy Locas”, un juego de sintetizadores y hasta se animan a meter unos beats de dubstep y salen triunfales, este quizás sea mi tema favorito de todo el álbum, la insistencia lo dirá. Para cuando termine de sonar ese tema ya podrás tener un veredicto de si califica o no este disco para tus estándares de calidad.
No lo hicieron para sonar en las radios, lo hicieron porque les gusta y si al público también sería una añadidura que celebrare conociendo la mente de algunos rockeros de por acá que les cuesta alzar el pulgar, hablando de mentes, “Real Mente” viene más adelante como un spanglish alusivo a las redes sociales y un solo final que no sé de donde lo sacaron pero es para encuadrarlo.
El single elegido sin embargo fue “Chica Tutuka” que tiene un feeling a “Santeria” de Sublime, no sé si para bien o para mal, por favor no me peguen un tiro por la espalda si estoy tan equivocado, merezco una muerte más digna. Tramos en su mayoría relajados hasta el final que cierran el concepto del trabajo con “Batería Vieja”, una difusa capa sonora que roza el jazz y el ambient con sampleos de radios AM.
Es algo que suena tan de acá pero que no parece de acá. Una contradicción ilógica que provoca esa música que simplemente no sabes describir porqué te gusta tanto. Entrá a una disquería después de mucho y cómpratelo.
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