Bad Grandpa: a este, viagra no le falta
Calificación final:
3.5
Se los extraña y mucho a esos locos de mierda que hicieron el programa de humor físico más desopilante que había visto desde… Los Tres Chiflados. Ay, la TV basura de calidad, esos días nunca volverán. En fin.
Tanto en el show como en las películas se podían ver algunos personajes que eran interpretados por sus protagonistas. Uno de los más llamativos era Bad Grandpa, hombre de tercera edad que se mete en problemas muy mal vistos por la sociedad (¿por qué uno ya no puede tomar cerveza en la calle con su nieto de 8 años?) y personificado por Johnny Knoxville.
La película se sitúa justo cuando muere la esposa de Irving de 86 años y en el funeral mismo de la señora le cae la hija encomendándole que cuide de su nieto Billy y que lo lleve junto a su padre que vive a chorrocientos kilómetros de allí. El viejo no quiere saber nada del pibe pero no le queda otra opción y emprenden el viaje.
La película es una combinación de road movie con mockumentary que tanta fama le dieron a Sacha Baron Cohen (Borat, Brüno, El Dictador), en el que el protagonista se somete ante situaciones reales (ya guionadas) con “gente real”/no actores.
El viejo Irving es un putañero. El primer día de viaje se alojan en un motel, lo primero que hace es dejar al nene encerrado en el cuarto junto al cadáver de su abuela (si, la llevaron en el portaequipajes), va a un club de striptease y vuelve totalmente mamado a la mañana siguiente. Durante todo el tramo se la pasa queriendo levantar mujeres de todo tipo, obvio que sin éxito alguno. ¡Ah! antes de que empiece todo, prueba suerte en el servicio postal, metiendo al nene en una caja para ver si lo pueden transportar como un bulto más. Tampoco tuvo mucho éxito allí pero es demasiado simpático verlo intentar.
Al ver la película es imposible no debatir un poco de si de verdad fueron o no gente pagada la que aparece en pantalla, hay algunas escenas que me resultan imposibles de creer, aunque después pienso que los yanquis a veces están igual de la cabeza como los asiáticos y me gustó creer eso mientras veía la película.
Toda la película es del abuelo pero el nene también tiene sus minutos de fama, como por ejemplo cuando sale a la calle a preguntar a señores si es que quieren ser su papá o cuando le pone marcante de bailarina de striptease a una empleada de librería y lo mejor de su papel se da en el final. No les voy a matar con spoilers ahí, sólo voy a adelantar que es de ese tipo de escenas que marcan con cruz las carreras de los actores, probablemente este nene se condenó solito para ser por siempre “el nene que _____________ en esa película. Jajajajajajajajajaja”.
Pese a los excesos de humor negro que cuenta la cinta, no pierde nunca ese toque de película familiar que tiene. El lazo poco convencional del abuelo y el nieto es un tanto conmovedor, en especial la parte en que hacen una competencia de pedos en un restaurant y termina bochornosamente cuando al abuelo se le escapa una caca líquida salpicando la pared. Al final de cuentas es un spin-off de Jackass, ¿qué esperaban?
Sobre el autor
Vidal D. Anti fair play. Dona textos en Rock en Paraguay, The Ventan y en la revista La Factory. Seguile en Twitter, está como @vidaldel92, de vez en cuando suele decir cosas súper interesantes que te van a cambiar la vida.
Articulos relacionados
Boyhood: la vida misma en una película →
Coldplay – Ghost Stories: ni Jigglypuff fue tan efectiva →
Loiter Squad: el Jackass del ghetto →
Comentarios