Supercaos – Belleza Brutal: un Japiro al mundo
Calificación final:
4
Viste esos días en que el mundo te pateó el culo desde que te levantaste hasta que te acostaste y no encontrás una salida a eso al punto de desatar tu furia contra lo primero que se te cruce. Bueno este disco es exactamente eso. La rutina te puede llegar a enloquecer y es bueno enloquecer y salir a romper todo lo que hay porque todo es un Supercaos. Esa es la forma de describir al primer hijo de estos locos.
El recorrido empieza con “Apuesta sin Miedo”, rock and roll clásico para empezar, hablando del viejo diablo que anda por ahí apoderándose de algunas almas, la voz del Búfalo le da un toque más sombrío al tema que queda al palo.
Luego llega “Fingerzoup” con sonido un tanto más pesado con un gusto alternativo a mi parecer en relación al primer tema, aquí la primera colaboración del disco, David Quintero de Pornostars le hace a los coros y queda un contraste bárbaro con la voz principal. También un solo de guitarra sobrio y exacto que va perfecto con los riffs.
El nivel del caos va aumentando con “Infierno Grande”, acá la segunda colaboración, Cesar da Costa en las guitarras de la intro y el medio, le dió su toque al tema y se nota. Muy buenos cortes (en especial el de Paranoia Eterna Paranoia).
“Lado B”, posiblemente el tema más fuerte de todo el álbum. Velocidad pura y una voz que te tira contra la pared. La segunda aparición de David para acompañar correctamente en los coros. Sin mencionar esas ganas inmensas que te produce este tema, de salir a cagarle a patadas al primero que se te cruce.
Siguiendo con el viaje, llega el tema quizás mejor estructurado y balanceado de toda la cadena alimentaria, “Lascivo”. La intro tan del carajo, los cortes, los arreglos (ese pedal al inicio del fraseo 10) otra vez con unos buenos coros de David. “Mil Formas de Morir” volviendo al rock clásico, esta vez con varios componentes noventosos, la estructura en el pre-coro (“ver tetas de cerca, nunca Ceci volverás”) otra vez genial el dúo de voces, un gran solo y un final de película.
El tema con más rabia, furia y sed de venganza aparece, especial para sacarle japiro al tembo de tu jefe, a la forra de tu vecina que se queja de tu música fuerte o dedicarle a tu novia cuando no quiere entregar. “Nada es lo que parece” la va pegar en las radios, seguro. Luego los decibeles bajan completamente para la llegada de “Negación”, el tema diferente del disco, pero sin dejar de ser bueno, un tema que pega y que por algo es el primer corte del álbum.
La tranquilidad del tema anterior sirve como trampolín para reventar con “Partido en Dos” el tema que al empezar tira bastante al nü metal pero que con el transcurrir va mutando al stoner y que tiene su coronación en el puente antes del coro final. La canción homónima de la banda llega en el punto exacto de éxtasis, un tema que marca la identidad de la banda no solo por el nombre sino por el sonido y el contenido de la letra. Otro tema rabioso para salir a jugar moquete.
El disco cierra con “We’ll Shine”, bien clásico de la misma forma en que había empezado, redondeando el concepto del disco como debe ser, bien arriba y con la misma fuerza del inicio. Esta banda recorrió varios estilos a lo largo del trabajo, dejaron en claro la amplia gama de influencias que tienen. Sin dudas hicieron resaltar dos cosas; que van a vomitar su rabia siempre y que surja el rock’n’roll.
Sobre el autor
Luis Rios ¿Se acuerdan del chismoso ese que murió? Ese no soy. Escribo lo que pienso, si no te gusta no lo leas, el único que puede censurarme es Vidal. Seguíme en @nosoyunvampire
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