12 Years a Slave: como Django pero más aburrida
Calificación final: Te va a manipular emocionalmente pero vos sos más fuerte. No te dejes engañar, el grone es un actor bien pagado.
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La última película del director Steve McQueen ya está en las salas de cine del país para que la gente pueda juzgarla en forma legal si es o no merecedora de los premios Oscar que recibirá este próximo 2 de marzo.
Protagonizada por Chiwetel… mamá querida tu nombre… Ejiofor, Lupita… tampoco te quedas atrás vos… Nyong’o, Michael Fassbender y cinco minutos de Brad Pitt, “12 Años de Esclavitud” como se la conoce por acá, está impecablemente filmada, fotografía de ensueño, muy buenas actuaciones, hay que admitirlo, pero… ¿es tan buena de verdad?
Es la clásica película promedio que vino prefabricada exclusivamente para ganar premios. Ambientada en la época en que los negros servían como moneda de cambio, tiene una historia con crítica social e histórica, unos cuantos momentos trágicos para que sientas pena por sus personajes y, más vale, sobredosis de racismo pero no tanta como para asquear a los críticos más conservadores que al fin y al cabo son los que entregan los galardones.
Admito y caigo de boludo al decir que desde que me entere de qué trataba, ya la juzgaba con una pizca de pesimismo, es que tratar con ese tema de la esclavitud en el enfoque de un negro es… ¿cómo explicarlo? Es como tener servidas en bandeja de plata algunas reacciones del público en general: “¡qué hijos de la remil puta eran con los negros!”, “aaaaaah, qué rabia me da”, “¡iiiih! ¿en serio los vendían así a granel?”, “denle un Oscar a Fassy, qué malo que ya es”.
Para mí, personalmente, yo, el que escribe, Vidal, mi persona cree que esta cinta optó por un drama fácil. Inclusive peca de predecible, pero eso no le resta puntos ya que está basada en una historia real. No dudo en ningún instante de lo buena que está 12 Years… pero, van a pedir mi cabeza por esto: me aburrió un poquito che.
Busque internamente los motivos por los que opino así y no hay mucha vuelta que dar, no es mi tipo de película. Así como el año pasado deseaba que Lincoln de Spielberg no ganara nada por las aproximadamente 89 veces que me quede dormido tratando de verla, este año le deseo lo mismo a 12 Years a Slave que también debo ser honesto en esto, no me dormí ninguna vez al verla (?).
Y si me centro mucho en los premios que ganará o no esta película es porque así como lo dije al principio, me da la impresión de que fue hecha sólo para estos fines, obvio que no fue así… aunque no me gusta creer que no fue así. Siempre rescato que el cine más que arte es entretenimiento y esta de McQueen no me mantuvo muy entretenido como si lo hicieron las demás películas nominadas a mejor película, pero… ¿es tan mala de verdad?
Anda a verla antes que salga de cartelera, mejor si es miércoles a mitad de precio. El título del post era para llamar la atención nomás, el Django de Tarantino y el Solomon de McQueen sólo tienen en común su negrura y falta de libertad.
Sobre el autor
Vidal D. Anti fair play. Dona textos en Rock en Paraguay, The Ventan y en la revista La Factory. Seguile en Twitter, está como @vidaldel92, de vez en cuando suele decir cosas súper interesantes que te van a cambiar la vida.
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