Comerle o no comerle: Boluda, qué hago??????!!!!!!!
Ya habíamos hablado anteriormente de cómo los hombres lidian con ciertas demostraciones de afecto/llamadas de apareamiento de parte de peculiares exponentes del sector femenino. Ahora veremos cómo las chicas se enfrentan a ataques de este tipo por parte de los peores modelos de la fábrica masculina.
Generalmente, a diferencia de la discreción de las mujeres para este tipo de ofertas, los hombres apuntan más a la desesperación y al Kamikazismo. No, no son discípulos de Kamisama, sino que les encantan los ataques suicidas. Siempre terminan muriendo o en la Antártida (esto ultimo significa bloqueo en el Whatsapp y Facebook).
Llega un momento para la señorita en que por alguna razón, sus encantos, su simpatía y su estadazo dejaron de causar el revuelo que solían causar en los caballeros. La amiga no encuentra explicación a su veda pesquera, ¿El anzuelo ya no les gusta a los peces o qué onda?
Entonces comienza a recibir tiroteos e intentos de acercamiento de un exótico lord vairol (?) el cual le resulta bastante agradable para una conversación, pero hasta ahí, nada de ir mas allá de la frontera.
Ante las constantes insinuaciones de llegar al arco contrario, la hábil jugadora defiende eficientemente su línea de gol. Pero al mismo tiempo su dilema se hace mas grande: “Ni en pedo me aprieto a este, no entra ni a palos, pero ya hace tanto que no hago esto que ya me olvidé de besar, kore encima se nota que si le como no me va a dejar en paz nunca, aunque re chulina es por más que sea feo”.
Mientras este dilema se desarrolla en su cabeza, la insistencia de su pretendiente se vuelve cada vez más constante, al punto de enviarle mensajes al WA cada dos horas. Nada obsesivo, solo el inocente “qué haces?”, o no pasa nada o “qué puta que calor que hace”, inocentadas pero ya constantes.
Al consultar con sus amis, ellas le aconsejan lo siguiente: “Apretale, pero después no le vuelvas a dar bola un mes por ahí, así se va a tranquilizar y le podes tener de hueso siempre”. “¿Estás segura boluda? Para mi que ahí lo que no me va dejar nunca en paz” “Haceme caso boluda, vas a ver que va a ser así como te dije”.
Nuestra heroína pone en practica los consejos de la amiga. Luego de que pasó la situación, el agraciado pretendiente procede a un acoso por todos los francos sin obtener respuesta alguna. A los 5 días como no recibe respuestas cesa con el acoso.
Luego a los 30 días, la susodicha escribe nuevamente a su nuevo bocadillo el cual acude rápidamente al llamado. Y así el proceso se vuelve a repetir una y otra vez, poniendo hielo cuando lo hay que hacer y dando luz cuando sea el momento. Mas o menos así las mujeres ligan para su hueso, el que le sirve en caso de emergencia cuando hay escasez de purina.
Comentarios