Kore, me voy a morir
Películas con situaciones en el que el hombre prueba porqué es hombre, haciendo uso de la razón para tratar de sobrevivir a las adversidades que se le presentan. Ese tranquilamente podría ser el nombre de un género de cintas que se hicieron para que el espectador se muerda todas las uñas que tengan a su alcance, se quede pegado como chicle en su asiento y se sienta involucrado de forma ausente de lo que está presenciando frente a sus ojos: el sufrimiento de un prójimo que en realidad es un actor y no tenés que sentir pena por él, se le paga bien.
He aquí cuatro ejemplos de películas-con-situaciones-extremas-en-el-que-el-hombre-prueba-porqué-hombre-haciendo-uso-de-la-razón-para-tratar-de-sobrevivir-a-las-adversidades-que-se-le-presentan, si aún no las vieron les toca averiguar cuáles terminan bien y cuáles terminan mal, son dos de cada bando:
Primero quiero empezar con Buried (o “Enterrado” en castellano, muy original el título), hecha el año pasado, premiada y nominada en varios festivales ya sea como Mejor Película o Mejor Guión Original, nos muestra el cine más minimalista que jamás haya visto, creo que hasta Hamaca Paraguaya tuvo más movimiento, en fin. Ryan Reynolds (que pronto lo verán como Linterna Verde) está bajo tierra dentro de un ataúd en alguna parte de Irak, solo tiene consigo unas lucecitas fluorescentes y un BlackBerry (a la mierda) e intentará utilizar este último para pedir auxilio, charlar con su terrorista amigo y su mamá. A ver qué tal le va.
La segunda es Enlace Mortal que tiene como escenario principal una cabina telefónica situada en una avenida muy populosa de la ciudad de Nueva York y esa será la locación en donde Stu, interpretado por Colin Farrell, pasará sus penurias y confesará sus pecados que intentarán ser perdonados por el francotirador que está del otro de la línea. Un show montado por el director Joel Schumacher que disfruta reírse de la desgracia ajena por lo visto.
Otra, esta está basada en hechos reales, las dos anteriores las veo como suposiciones de lo que podría haber pasado, pero no pasaron. 127 Horas nos traslada al Gran Cañón, lugar en el que Aron (James Franco) decide ir solo, como un boy scout rebelde a escalar esas colosales erosiones de la naturaleza, al principio es todo muy alegre hasta que un resbalón que es acompañado por una asquerosa mala suerte le deja el brazo derecho atorado contra una roca en una grieta recóndita de ese paisaje, eso le da tiempo al protagonista de reflexionar un poco sobre su vida y de paso tomar una dolorosa decisión. Película nominada al Oscar, dirigida por Danny Boyle (el mismo de Trainspotting y Slumdog Millionaire).
Los tres anteriores podemos decir que tuvieron sus momentos incómodos, pero ni estar enterrado vivo, ni que te apunte un francotirador en la cabeza, ni mucho menos que se te tranque el brazo en un lugar inhóspito son comparables con… una minita loca. Claro, vos estás con unas ganas terribles de levantar carne fresca y está resulta ser una de las que les falta varios tornillos y va a torturarte física y psicológicamente en tu propia casa. Así es Hard Candy, película del año 2006 protagonizada por Ellen Page y ese otro al que se le juega.
Advertencia: no es una película muy machista que digamos.
Vidal D.
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