Noel Gallagher en Paraguay: la música antes que todo
La senda que nos trajo hasta acá ya fue marcada por el destino, que dicto que el cuerpo (Beady Eye) vaya para otro lado y el cerebro se quede acá. En su calidad compositiva lo asocian con McCartney y la vida le quiso traer a él acá primeramente, para que podamos decir hoy aquí que eso no fue coincidencia, solamente le está siguiendo los pasos.
Si me preguntan, a mi me parece genial que se vayan acostumbrando artistas de este calibre en venir a Paraguay para arrebatarnos todo nuestro dinero en compra de tickets a sus conciertos.
La verdadera máquina de hacer himnos, ex co-líder de la por ahora extinta banda Oasis, Noel Gallagher. Vino hasta acá con sus pajaritos de alto vuelo para interpretarnos su material solista y un par de temas del grupo que le dio de comer por más de dos décadas. Tranquilamente podía haber llenado de éxitos de Oasis su setlist, ya que la gran mayoría pertenecen a su autoria. Si, el es Oasis. A este hombre debemos erizados de piel y él lo sabe, en parte por eso su actitud constante de estar un escalón más arriba que el resto. Tiene hechos que lo respaldan.
Casi todos éramos conscientes que al ir a ver a Noel, iríamos directo al grano. El tipo no es un showman, es más sincero que muchísimos artistas que vinieron a tocar a nuestro país en los últimos tiempos. Vino para tocar y nada más. Arriba del escenario no tiene intenciones de opacar a su música con una escenografía imponente, fuegos de artificio o su propio ego.
Así el show surge plácidamente gracias al poder de la canción que aglutinó a esta marea de aproximadamente 10.000 presentes en el Jockey que crearon una especie de comunión pacífica donde todo lo que se haga antes o después del toque del “Godlike Genius” deja de tener tanta relevancia. “(It’s Good) to be Free”, “Mucky Fingers” y “Everybody’s on the Run” fueron las primeras piezas que fluyeron con total naturalidad en esta ejecución que de a poco se tornaba hipnótica.
Siguió, estaba exhibiendo nuevo material y de repente entre esos sale “If I Had a Gun”, un tema irresistible por donde se lo escuche, y luego vendrá “The Death of You and Me”, una canción ya globalizada, así que no fue esfuerzo alguno el coreo masivo.
A él se lo quiere así, gruñón y mega troll. Pregunto al público si querían escuchar “Live Forever” y “Wonderwall”, el prefirió tocarlas en una próxima ocasión. Igualmente nos regalo una versión de “Supersonic” acústica y ese su acento británico pulido en cera cada vez que tenía que agradecer por el vitoreo que provocaba con su impecable perfomance.
Así como un verdadero Dios que da lo justo y necesario, Noel tiró sus mejores temas en solitario como lo son “(I Wanna Live In A Dream In My) Record Machine” y “AKA… What A Life!”. Así también los hits en cantidades decentes ahí por el final con la triada conformada por “Whatever”, “Little by Little” y “Don’t Look Back in Anger”. Convengamos que el tipo cumplió con su parte del acuerdo verbal que tiró en una entrevista a una radio local días antes de su arribo…
“I will going to be awesome and you will going to be awesome, too”
Él estuvo increíble, es un ídolo absoluto no sólo por sus canciones si no también por la magia que hace al tocar la guitarra.
Me encantó tu reseña.
Saludos!
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