Las fiestas de colegio: ¡Ya quiero ser grande!
Los seres humanos pasan por una etapa que viene a ser un limbo entre la pubertad y la adolescencia en la que tienen el ferviente deseo de convertirse en mayores de edad ya que creen que así serán independientes. Una muestra de este fenómeno es lo que se conoce como fiestas de colegio.
Dichas fiestas se caracterizan por los participantes que no han culminado la secundaria ni tampoco son mayores de edad. Se realizan en lugares que sabemos que son las “Discos para menores”. Antros donde los infantes pueden realizar todo lo que les gustaría hacer si fueran adultos. Sin todas las presiones y/o responsabilidades que acarrea la adultez ni tampoco la imputabilidad ante la ley.
En estas fiestas, se pueden apreciar a niñas vestidas como mujeres fatales. Con polleras o minifaldas extremadamente cortas y blusas o vestidos escotados para mostrar los atributos que aún no tienen, bueno, la evolución ha mejorado a las niñas de hoy. Un paraíso para pedófilos y/o sacerdotes católicos. En algunos casos se suelen rellenar los sostenes para aparentar bustos prominentes.
El sector masculino tampoco se queda atrás. Niños con tres pelos locos en el mentón paseándose por ahí orgullosos de sus “barbas”. La vestimenta que marca tendencia hoy entre ellos está fuertemente influenciado por colores fosforecentes bien vairos y camisas en su mayoría con tribales de dragón con vaqueros por debajo de la cintura dejando ver la parte superior de sus boxers y anatómicos Asatex.
Vayamos al rubro de lo legalmente ilícito. En estos lugares supuestamente está prohibida la venta de alcohol a menores por lo que hay cerveza para expender pero lo curioso es que no hay adultos. Lo que no es impedimento para la venta. Sólo los lideres de manada tienen la osadía de comprar la birra, son los primeros en experimentar el fondo blanco que luego les obligará a dejar el alma en el baño.
El cigarrillo también está presente. Solo un pucho, ya que es todo lo que sus pequeños pulmones aguantan. Hasta se ponen en pose para fumar. Pero les sale tan mal que dan lástima. Mientras fuman, suelen caminar por ahí como si fueran muy importantes por tener un pucho en la boca.
La diferencia fundamental entre una disco para mayores y una para menores es que en la de mayores los varones bailan con las mujeres. En estas se ven grupos de mujeres bailando todas juntas en un extremo. En el otro, todos los tipos bailando entre ellos con las técnicas ya conocidas: saltos grupales, rondas y trencitos.
También el presupuesto. Mientras personas mayores que tienen su propio trabajo, y por ende su propio dinero, pueden darse el lujo de gastar los que se les antoje en una noche. Por el otro lado, a Pepito o Martita su papá le dio 50.000Gs. que debe alcanzarle para su entrada, una hamburguesa y una gaseosa dentro de la fiesta y, si o si, debe llevar vuelto a casa.
Otra diferencia radica en que las fiestas para mayores duran hasta que el boliche cierre, sin embargo en la otra, hasta que la mamá o el papá de fulano vengan a buscarle al grupete ya que es muy tarde, y tienen que dormir. Por lo general entre las 00:30 y 02:00hs de la mañana. La actualización de estado o título de álbum de Facebook a la mañana siguiente: “QUÉ NOCHE LA DE ANOCHE”.
Así por una noche estos pequeños aventureros experimentan lo que es ser adultos, una vida sin privaciones ni obligaciones y mucho menos trabajo, “money for nothing and chicks for free” diría Mark Knopfler de Dire Straits.
Sobre el autor
Luis Rios ¿Se acuerdan del chismoso ese que murió? Ese no soy. Escribo lo que pienso, si no te gusta no lo leas, el único que puede censurarme es Vidal. Seguíme en @nosoyunvampire
las fiestas en el colegio son muy buenos lo disfrutas a lo máximo trae cosas buenas y cosas malas pero de lo contrario te diviertes mucho