Dragon Ball Z – Hyper Dimension: nuestra pixelada infancia
Breve introducción histórica (?)
No sé si existe un hype generalizado a nivel regional con respecto a la última película de Dragon Ball Z o simplemente yo me rodeo de mucha gente friki -sí, lo último es lo más probable -, en fin, soy un tipo que disfruta de pasar los fines de semana con su grupo de amigos jugando al póker y bebiendo algún tipo de alcohol barato, tarde o temprano surgen las conversaciones filosóficas, generalmente a ciertas horas de la madrugada donde o nos lamentamos por ese amor perdido o empezamos a hablar de esas películas/series/juegos no aptas para las masas que sólo el más otaku de las tierras del sol naciente conoce (tal vez exageré un poco).
En nuestro último debate tuvimos una charla con un gran amigo, les juro que se las sabe todas acerca del universo Dragon Ball, es un capo, nos comentó acerca de los universos paralelos ocasionados por los viajes en el tiempo dentro de la saga, como Krilin pudo embarazar a un androide y luego de un par de chistes sobre cuántas veces murió Yamcha recordamos que la película se estrenaría en Paraguay.
Sin darnos cuenta nos habíamos emocionado tanto que todos los viejos barbudos presentes habíamos viajado diez años atrás a esas tardes donde esperábamos con ansias ese nuevo episodio acompañados de la merienda, los hermanos y algunos padres preocupados por su supuesto satanismo y violencia explícita, pero no importaba, Dragon Ball era amo y señor de las tardes, tanto que obligaba a mi hermano a apagar la Playstation, y eso es mucho.
Y con tanta emoción encima tuvimos la idea genial -léase de forma irónica- de hacer un cosplay el día del estreno, empezaron las típicas peleas sobre quién sería Goku, Vegeta y el Krilin designado del grupo, hasta que el más veterano, nuestro sensei o “la experiencia que habla” nos hizo recordar que en estos tiempos donde la información es más veloz que el rayo, una sola fotografía puede condenar tu vida, y nosotros aún queremos un trabajo decente y una novia.
Esto sería lo más cercano a como nos veríamos si no hubiéramos reflexionado. Sí, arrugamos.
Antes de volver a irme por las ramas aprovecho este hype para hablarles sobre un juego de la saga que no fue visto en este continente -al menos de forma oficial- pero que sin dudas alguno de ustedes se habrá topado con alguno de estos cassettes en la ya no existente Casa Sonic o en algún lugar perdido dentro del Mercado 4.
El juego
DRAGON BALL Z HYPER DIMENSION (1996)
Es el último juego de la franquicia lanzada para la Super Nintendo luego de una larga relación que contó con más de 5 juegos exclusivos, también es uno de los últimos juegos lanzados para la consola, ya pasaba a mejor vida dando lugar a las consolas de última generación, en ese momento la no muy comprendida Nintendo 64.
Como casi todos los videojuegos basados en algún anime, esto no salió de Japón, con suerte llegaban a Francia, pero no lo traían generalmente a este continente, claro, para eso estaba la piratería.
El juego está completamente en japonés, así que si sobrevivís a la pantalla de inicio -con un poco de ensayo y error lo solucionarás- podrás disfrutar de esta preciosura de 16 bits.
Es un juego de luchas en dos dimensiones, como el Killer Instinct y el Street Fighter. Cuenta con 10 luchadores a elección, tal vez ahora ese no sea un número impresionante, hasta el Mortal Kombat llegó a tener el doble de personajes en esos tiempos pero el nivel de detalle que le pusieron a cada personaje aquí sin duda es impresionante. También tenemos una serie de 5 escenarios, cada uno cuenta con distintas fases que podremos ir desbloqueando en el transcurso de la batalla dependiendo de nuestras acciones.
Si querías elegir a Tao Pai Pai fuiste, estas son las grandes ligas señores.
A primera vista nos encontramos con gráficos preciosistas que ponían al límite la capacidad de la consola, desde los escenarios, el movimiento de los jugadores, las transformaciones, los poderes, todo se sentía muy natural.
También contaba con un modo historia bastante interesante pero que debido a las barreras de idioma no entendía nada de lo que pasaba pero lo que sí sé es que acabe con todos y salve al mundo. Este modo recorre los eventos y batallas principales de las sagas de Cell, Freezer y Boo, con sus entrenamientos y desafíos incluidos, solo que aquí no te toma una temporada entera terminar con ellos.
La jugabilidad posee una calidad altísima, capaz al principio a uno le cueste acostumbrarse a los controles pero una vez que lo hayan hecho, verán lo fluido que resulta jugarlo. Podrás cargar tu Ki continuamente en medio de la batalla, aumentando así tu nivel de estrategia, podrás hacer varios combos de lo más vistosos, ataques en tres dimensiones (?) y los Desperation Attacks que solamente podes hacerlo cuando te encuentras en desventaja y con poca vida para darle un sacudón a tu enemigo.
El primero es de Goku, de lo más genial que vi en mi vida.
En resumen: es un juego altamente recomendable para todos los fanáticos de la saga, gráficos preciosistas en 16 bits, factor nostalgia asegurado, batallas épicas, buena jugabilidad, tiene a Goku, Majin Vegeta, Gotenks, Vegeto, ¿qué más se puede pedir? Es todo lo que se puede pedir de un juego de luchas.
Sobre el autor
Guille Sapriza Ama las camisas a cuadros, los colores oscuros y las bermudas. Entusiasta del entretenimiento electrónico, cinéfilo medio tiempo y seguidor de las artes menores. Rústico y eventual filósofo que piensa que sigue en los 90s.
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