Random American Beauty parodia

Publicado el 18/02/2014 | por Luis Rios

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Comerle o no comerle, he ahí el dilema

ADVERTENCIA: El siguiente post contiene alto contenido machista, por lo que va a ofender la susceptibilidad, sensibilidad y otros sustantivos que terminan en bilidad de las mujeres. Por lo que, si sos mujer, se te recomienda no leerlo o leerlo sólo si todo te chupa una teta. Aclaramos que próximamente tendremos una versión del mismo desde el punto de vista de las mujeres. Gracias por su comprensión y que tengan buena lectura.

Como en todo ciclo de vida, en la vida de los varones llega un momento de sequia sexual. Tus garches son comparables a la cantidad de goles de Tacuara en la selección, dos y uno que no sabe si cuenta como tuyo. Llegas al punto de que la acción de meter el pendrive en la entrada USB de la PC te calienta igual o más que una película de Emmanuelle.

Esto es siempre hablando desde el punto de vista masculino que es siempre libidinoso, lujurioso y lleno de testosterona. Ya en otro post hablaremos de cómo las féminas encaran este problema. Spoiler: lo hacen totalmente de otra forma.

Volvemos a nuestro asunto, cuando estas a punto de llamarle a una de las mariposas de la noche para chevarle por un diemil, empezas a recibir tanteos de una señorita de belleza exótica (pea he´ise no surge ni a palos) y al seguirle el juego para saber qué busca realmente, esta da a entender de que solo quiere voltearte unas cuantas veces.

Estás frente al primer dilema. “No surge un carajo pero estoy haku, pero no sé si se me va armar con esta”, mientras te tomas el tiempo para pensarlo, los tanteos de la amiga se hacen más constantes y sin que te des cuenta se convierte en acoso. Ahí llegas al segundo dilema; “Nderakore garrapata esta es, si le entro no me va dejar en paz después, pero no aguanto más: necesito garchar, ¿qué hago Jebús?”.

Entonces procedes a plantear tu dilema con el consejo de sabios que siempre tiene una “acertada” solución para todo, ese cómite es el grupo de Whatsapp de los perros. Al plantear tu situación y enviar una fotografía para contextualizar mejor, el primero en hablar es ese tu socio que tiene complejo de Mandingo y que gua’u garcha lo que venga, pero que todos saben que es papo fule, y te tira su famosa frase: “Viejo, ninguna mujer es fea si se la mira por donde mea” como si fuera que folla rayadores de queso sin que le pase nada pero que nunca paso por lo que vos estás pasando y ya lleva tiempo de acertar el arco.

Después están los conservadores que te dicen “Loco no hay forma. Como una puerta blindada, ¡inviolable!” Claro, ellos tienen parejas y/o huesos y le embocan al arco bastante seguido, pero hay que verlos en temporadas extensas de sequia extrema a ver si siguen pensando lo mismo.

Luego vienen los filosóficos, esos que analizan una y otra vez todo. Ellos te dicen “Si le comes se te va a pegar como un chicle y no te va a soltar nunca, pero si no le comes vas a seguir en la misma y capaz te vuelvas loco, le mates a todos y te suicides después”. Finalmente están los vírgenes, quienes no hablan y sólo se limitan a enviar imágenes frikis que no vienen al caso de lo que se está tratando.

Seguís en la misma y no sabes cómo solucionar hasta que recurrís al siempre decente y sobrio consejo de esa amiga que todos los hombres tenemos que capaz esté bien y todo, pero para nosotros tiene barba y brazos de marinero. Tu kp, tu socia con la que nunca va a pasar nada porque demasiado amigos ya son. Ella siempre te da la precisa y en este caso, te la pasa de taquito. “Boludo, fácil es, friendzoneale y ya está”.

Santa solución, parale el carro para que entienda que lo del acoso no va, pero que puede surgir en algún momento el sae loo. Pones en práctica su consejo y sale asieté. Se calma la situación y aflojó con la persecución. Quedo ahí a la espera por si en algún momento le toque salir a la cancha, está lista. Todo esto es siempre hablando de un garch and go, se dejó en claro que no va a involucrar sentimientos ni nada. Y asi te ganas un garche de emergencia.

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Sobre el autor

¿Se acuerdan del chismoso ese que murió? Ese no soy. Escribo lo que pienso, si no te gusta no lo leas, el único que puede censurarme es Vidal. Seguíme en @nosoyunvampire



2 Responses to Comerle o no comerle, he ahí el dilema

  1. En realidad susceptibilidad y sensibilidad son sustantivos, no adjetivos…pero entiendo el punto.

  2. damian says:

    a la de la foto le doy toda la noche!

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